Así nos iremos muriendo
Arrastrados a la nada cual hojas al viento
Es mía esta carne que se desgarra
Este poema de que no tiene edad ni tiempo
Eterno como la espera, espejo del vacío
Partiremos a la muerte, náufragos de navio
Hoy quiero regalarte mi palabra henchida
De mariposas dulces y vino generoso
Mi cuerpo todo dibuja la vida
En el celeste lienzo de un día radioso
No me niegues ahora la caricia de tu mirada
Que en tus ojos he de habitar
Inmortal y deslumbrada
Mira, yo creo que la muerte es sólo instante
Un crujir de hojas en un suelo de otoño
Y puesto que no hay palabras que retengan
Aquel sueño extraño habremos de andar errantes
Tras el minúsculo aleteo del aliento
Haz un nido en tu alma para mi alma
Haz un hueco en tu soledad para la mía
Pues cuando venga a arrebatarme la muerte
Serémos ya por siempre
Una sóla y misma suerte