Al amparo de las soledades, en un día de alas rotas
Salió del cuerpo mi alma para nunca más tornar
Desde entonces alba del viento sombra
Soy que su llanto desgarra por las esquinas y aceras
No quiero que me busquen pues al cabo
Me habré disuleto en la respiración del mundo
Molécula por molécula , carne y sangre de tu propio ser
En tu piel me fundo
Supongo que será como si un día te despiertas con mirada transparente
Con un gusto de arena entre los labios
Y un aroma de desiertos y de barcas
Sabe que he viajado hacía edades pretéritas
Cuando los hombres hablaban la lengua del agua
Que a fuerza de paciencia hiende la roca y cosntruye quimeras
En los avernos oscuros de la tierra
Tal vez yo misma tengo ahora altura de estalactita
Y bandadas de loros arrullan mis despertares
Con el paso de los siglos mi cintura se adelgaza
Y he de romperme haciendo reverencia
A la TIerra
Pero será aquella una muerte gozosa por no definitiva
Sobre mis hesos de cálcio de precipita ya el agua
Y los peces buscan abrigo entre mis costillas
Viajante si alguna vez penetras en mi casa
Te hablaré con palabras sin sonido
Aquí yace la eternidad dormida
Espejo negro del cielo , ciudad que al sueño se alista
Bajo embravecida calma de eones y de siglos
Que cual fugaces estrellas se persiguen y sus pasos
No alcanzan a penetrar la mansa quietud del agua
Tal vez algún día una flor de piedra se yerga sobre mi tumba
Una flor que pesará lo que mi silencio antiguo
Y habrá de ser transparente
Para que puedas leer
Mi poema en su infinito.
Salió del cuerpo mi alma para nunca más tornar
Desde entonces alba del viento sombra
Soy que su llanto desgarra por las esquinas y aceras
No quiero que me busquen pues al cabo
Me habré disuleto en la respiración del mundo
Molécula por molécula , carne y sangre de tu propio ser
En tu piel me fundo
Supongo que será como si un día te despiertas con mirada transparente
Con un gusto de arena entre los labios
Y un aroma de desiertos y de barcas
Sabe que he viajado hacía edades pretéritas
Cuando los hombres hablaban la lengua del agua
Que a fuerza de paciencia hiende la roca y cosntruye quimeras
En los avernos oscuros de la tierra
Tal vez yo misma tengo ahora altura de estalactita
Y bandadas de loros arrullan mis despertares
Con el paso de los siglos mi cintura se adelgaza
Y he de romperme haciendo reverencia
A la TIerra
Pero será aquella una muerte gozosa por no definitiva
Sobre mis hesos de cálcio de precipita ya el agua
Y los peces buscan abrigo entre mis costillas
Viajante si alguna vez penetras en mi casa
Te hablaré con palabras sin sonido
Aquí yace la eternidad dormida
Espejo negro del cielo , ciudad que al sueño se alista
Bajo embravecida calma de eones y de siglos
Que cual fugaces estrellas se persiguen y sus pasos
No alcanzan a penetrar la mansa quietud del agua
Tal vez algún día una flor de piedra se yerga sobre mi tumba
Una flor que pesará lo que mi silencio antiguo
Y habrá de ser transparente
Para que puedas leer
Mi poema en su infinito.
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