Si yo pudiera proponerle al tiempo
Una pausa en su eterno andar
Si alcanzar pudiera con las manos
Desnudas lo que vuelve
Siempre a mí como un fantasma
De mis anhelos rotos y no más

Hoy se cimbra la Tierra en su entraña
La madre vuelve a devorar a sus hijos
¿Qué de nosotros quedará mañana?
Ceniza, escombro, polvo, nada
Antes el mundo era más sencillo
Porque bastaba la sonrisa del hombre
Para que el sol estallará en carcajadas
Y marejadas de luz en su hondura
Cobijaran las horas sin final
De infancia llevaba el nombre aquel paraíso
Y la Tierra se cimbró y vino abajo
El abrigo de las manos enlazadas
Ya de nostros sólo el pétreo silencio
Hablará y dará su testimonio
Gritará a un cielo desnudo de pájaros
Que estuvimos y dejamos nuestra huella
Cuando todo haya terminado los supervivientes por las calles
Bailaran la danza de la muerte
Y nuevamente la Tierra guardará silencio
Pues nuestra muerte será la ofrenda
Rendida a su fértil matriz.
No desapareceremos del todo sólo volveremos
Al punto de partida, la semilla, el grano henchido
Y la Tierra que no sabe guardar luto
Que no tiene lágrimas para nosotros
Continuará pariendo otras vidas.